¿Recuerdas cuando eras niño o adolescente, y a menudo sentías pavor ante la idea de ir a una sesión de fotos? Sabías que tendrías que vestirte bien y luego sentarte, posado de manera incómoda, frente a una cámara operada por un fotógrafo que puede haber parecido un poco demasiado alegre y exagerado, lo que probablemente te hizo sentir aún más incómodo debido a la falta de interacción humana sincera.
Afortunadamente, ese tipo de sesión de fotos no es el estándar que solía ser. Con la multitud de opciones de cámaras y equipos de iluminación portátiles que tenemos hoy en día, las sesiones de fotos de los clientes tienden a realizarse en un entorno más relajado.
Aún así, hay varios puntos que puede tener en cuenta para asegurarse de que la sesión de su cliente no solo sea productiva, y que su cliente tenga muchas imágenes para elegir, sino que también se divierta en el proceso.
1. Conozca a su cliente
Si su cliente es alguien a quien nunca ha conocido, haga todo lo posible por programar una reunión previa a la sesión, preferiblemente un día antes de la sesión. Esto no solo les dará la oportunidad de hablar sobre lo que buscan en la sesión, sino que también tendrán la oportunidad de conocerse. Cuando un cliente sienta que te conoce, comenzará a confiar en ti, lo que hará que el rodaje se desarrolle mucho mejor.
2. Encuentre la zona de confort de su cliente
Si no está filmando en un estudio, intente elegir una ubicación que sea cómoda o significativa para su cliente. Si es posible, siempre trato de fotografiar a las personas en sus hogares o cerca de ellos, especialmente si fotografío a sus hijos porque se sienten a gusto en su entorno familiar. También puede intentar buscar una ubicación que tenga significado para su cliente. Por ejemplo, si está haciendo una sesión de fotos de compromiso, intente tomar algunas fotos de la pareja en el lugar donde tuvieron su primera cita o donde tuvo lugar su propuesta. El sentimiento adjunto a una ubicación puede provocar emociones en su cliente que se traducirán a través de sus fotos.
3. Tomar fotos sinceras
Al comienzo de la sesión, mientras camina hacia su ubicación, por ejemplo, tome algunas fotos sinceras de su cliente mientras camina. Esto les ayudará a acostumbrarse a la cámara para que cuando empiece a posar a su cliente, se sientan más cómodos. Puede ser realmente difícil lograr una pose de apariencia natural si su cliente se siente incómodo, y romper el hielo con algunas tomas sinceras lo ayudará a adaptarse a estar frente a su cámara.
4. Sea un conversador
Si mantienes la conversación fluida con tu cliente, comenzará a divertirse y a abrirse antes de que te des cuenta. Haga preguntas sobre su cliente y asegúrese de corresponder diciéndoles cosas sobre usted. Al hacer esto, no solo evitará la incomodidad al comienzo de su sesión, sino que también aprenderá cosas sobre su cliente que luego podrá resaltar a través de sus fotos de él.
5. Concentre su atención en el cliente
Como fotógrafos, a menudo solemos envolvernos en los detalles técnicos de la configuración de la cámara y la iluminación. Si prestas demasiada atención a los aspectos técnicos de la sesión, es posible que tu cliente sienta que no tiene tu atención, así que asegúrate de seguir hablando con ellos mientras trabajas con los detalles técnicos al final de la sesión. Esto puede ser difícil al principio, especialmente si está trabajando con una nueva cámara o flash, pero cuanto más lo practique, más fácil se volverá.
6. Tenga un plan de juego
Hay algo que decir sobre el storyboard. Incluso si es solo una lista en tu cabeza de ubicaciones, poses y cambios de vestuario, tu sesión fluirá con más fluidez si sabes lo que quieres hacer a continuación. Tener una estructura para tu sesión también ayudará a tu cliente a sentirse más seguro porque no sentirá que le surgen ideas sin previo aviso. Más bien, sentirán que tienen el control de la situación.
7. Asumir el papel de director
Muchas personas tienden a paralizarse frente a la cámara porque no están seguras de qué hacer con ellas mismas. No tema decirle a su cliente exactamente cómo posar, porque la mayoría de la gente quiere dirección, especialmente si no está acostumbrada a ser fotografiada. Del mismo modo, siempre es de buena educación pedir permiso para moverlos físicamente a una pose. Por ejemplo, si su cliente es una mujer y su cabello está en su cara, pregúntele si está bien mover su cabello antes de hacerlo. Esta pequeña acción fortalecerá su confianza en ti porque verá que sabes exactamente cómo posarla, pero también generará su confianza porque le estás demostrando que eres consciente y respetuoso de su espacio personal.
8. Refuerzo positivo
Cuando obtenga una gran foto, ¡dígaselo a su cliente! No quieres correr el riesgo de parecer superficial, así que asegúrate de no exagerar con los cumplidos, pero cada pocas tomas, diles que se ven muy bien y que están haciendo un trabajo maravilloso. También es posible que desee mostrarles un par de sus mejores tomas mientras graba. A algunas personas les preocupa que lo que están haciendo frente a la cámara no se vea bien, pero al mostrarles algunas tomas seleccionadas durante la filmación, verán que se ven geniales.
9. Utilice accesorios y paisajes
Si un cliente tiene algo que sostener en la mano, o una pieza de escenografía con la que jugar, tendrá algo más que la cámara en la que enfocar su energía.
Ahora, intente pensar fuera de la caja en términos de accesorios y decorados, y personalícelos para que se adapten a la personalidad de su cliente. Si su cliente es más moderado y discreto, algo tan simple como colocarlo en un banco del parque, en lugar de tenerlo de pie, puede ser la cantidad justa de paisaje. En el otro extremo del espectro, si su cliente es un niño, o incluso un adulto peculiar, el cielo es realmente el límite en términos de accesorios. Tengo una maleta vintage que uso como accesorio, y a los clientes les encanta, porque pueden llevarla, sentarse en ella, etc., y se quedan cautivados por la maleta, en lugar del hecho de que estén frente a mi cámara. .
10. Haga una pausa para respirar
Todos sabemos que una sesión de fotos puede ser agotadora, tanto mental como físicamente, y la paciencia del cliente tiende a agotarse más rápidamente que la del fotógrafo. Sea consciente del estado de ánimo y el lenguaje corporal de su cliente, y si parece estar cansado o frustrado, haga una pausa por unos minutos y tome una taza de café o simplemente relájese. Un simple descanso de diez minutos puede ayudar a todos a reenfocarse, ¡y también te da la oportunidad de hablar con tu cliente y conocerlo aún mejor!
Estos son solo algunos ejemplos que ayudarán a garantizar que aproveche al máximo su sesión. Cada sesión es diferente a su manera, pero teniendo en cuenta estos pasos, podrá adaptar las sesiones para que se adapten a la personalidad de su cliente, sabiendo que todos tendrán una experiencia agradable. ¡La idea principal a tener en cuenta es que un cliente relajado y feliz equivale a excelentes fotos!