Ser un buen fotógrafo de retratos requiere más que tomar hermosas fotografías. La experiencia del retrato comienza desde el momento en que el cliente lo contacta por primera vez y no termina hasta que se entrega el producto final. Uno de los aspectos más importantes de la interacción con el cliente se produce durante el rodaje. Si las fotos resultan agradables, pero su cliente lo pasó mal al crearlas, eso es todo en lo que pensarán cuando miren sus impresiones. Aquí te presento una lista de cosas que debes evitar durante una sesión de retratos.
1. Da la impresión de que no va bien
Si la sesión no va tan bien como esperabas, no puedes hacérselo saber a tu cliente. Puede que haga frío y llueva, que su cliente se sienta incómodo frente a la cámara, que no tenga ideas para posar, que la ubicación sea terrible y poco inspiradora, o que el hijo de su cliente se niegue a mirar a la cámara. Ninguno de estos es una excusa para dejar que su cliente sienta que la sesión no va menos que a la perfección. En el momento en que se den cuenta de que algo anda mal, estropeará toda la experiencia y podría resultar en fotos aún peores.
2. Trate mal su equipo
Muchos fotógrafos profesionales llegan al punto en su carrera en el que dejan de cuidar su equipo de cámara. Dejamos las tapas quitadas y las tiramos en una bolsa sin pensarlo dos veces. Pero su cliente está pagando mucho dinero para contratar a un fotógrafo profesional y sabe que una parte de ese pago se destina a la compra de su equipo de calidad profesional. Si tu cliente ve que arrojas una lente grande y cara en tu bolso, es posible que sienta que no eres muy profesional, que no valoras las cosas que son importantes para ti o incluso que pagaron de más por la sesión.
3. Atiende una llamada telefónica
Una vez que comience su rodaje, su teléfono celular debe ser silenciado y guardado. Su atención debe centrarse en su cliente solo durante la totalidad de la duración de la sesión. No debe recibir llamadas telefónicas, revisar el correo electrónico o responder mensajes de texto, incluso durante el «tiempo de inactividad».
4. Olvídate de los detalles
Es muy fácil dejarse llevar por una sesión; trazar su próxima ubicación o pose antes de que se complete la actual. Pero sus clientes le están pagando no solo para fotografiarlos, sino para hacerlos lucir lo mejor posible. Por eso es fundamental recordar los pequeños detalles. ¿Cómo luce su cabello? ¿Qué están haciendo sus manos? ¿Está su ropa arremangada? ¿Tienen expresiones genuinas? Estas son las pequeñas cosas que su cliente espera que usted note y arregle antes de que comience a presionar el obturador.
5. Ignore la comodidad y la felicidad de su cliente
La capacidad de leer los sentimientos de las personas incluso cuando no dicen nada es una habilidad importante no solo para los fotógrafos, sino también para los dueños de negocios en general. Lo último que queremos es que nuestros clientes hagan algo que los incomode. Tal vez los esté haciendo posar en una acera concurrida y se avergüencen fácilmente. O tal vez les esté diciendo que se sienten en el suelo sucio con sus bonitas ropas. Nunca está de más pedir permiso antes de asumir que sus clientes están de acuerdo con algo.
6. Deja de hablar
Hablar mientras dispara es una habilidad crucial para los fotógrafos que puede mejorar o romper el estado de ánimo de una sesión. Una sesión de retrato puede ser un evento estresante y tímido para algunos clientes, y necesitan tu retroalimentación constante para saber que están haciendo lo que tú quieres que hagan. Si necesita dejar de hablar por un momento para concentrarse, dígale a su cliente que necesita un momento para pensar en su próximo movimiento. Prefieren saber lo que está pasando en su cabeza que preguntarse si están haciendo algo mal.
7. Hablar mal de otros clientes
Estoy seguro de que muchos de nosotros hemos estado en una situación en la que hemos contado una historia potencialmente embarazosa sobre otro cliente durante una sesión. Tal vez fue para hacer que su cliente actual se sintiera mejor, o tal vez simplemente se estaba quedando sin cosas de qué hablar. No importa las intenciones, poner a otros clientes bajo una luz negativa o poco favorecedora nunca es una decisión inteligente. No solo lo que diga podría llegar a sus clientes, sino que su cliente actual comenzará a preguntarse qué historias contará. ellos en su próxima sesión.
8. Toque a su cliente sin pedirle permiso.
No todo el mundo siente lo mismo por ser tocado por extraños. Lo que podría parecerle completamente normal, se siente como una invasión del espacio personal para otra persona. Siempre pida permiso antes de tocar a su cliente, alisar su ropa o ajustar su cabello. Puede ser útil pedir un permiso general la primera vez que vea algo que le gustaría modificar.
9. Cortar la sesión
Si su sesión de retratos se basa en un período de tiempo, es importante que utilice todo ese tiempo. A menos que su cliente solicite terminar la sesión antes, es su responsabilidad hacer que su cliente sienta que está obteniendo el valor de su dinero y que recibe el mismo trato que todos sus otros clientes.
Si bien esta no es una lista completa de lo que no se debe hacer, debe usarse como un recordatorio útil para que todos nos pongamos en el lugar de nuestros clientes cuando nos preguntemos si algo es apropiado durante una sesión. La forma en que su cliente sienta que fue su sesión afectará directamente las posibilidades de que se convierta en un cliente habitual o recomiende a sus amigos.
Si te sientes valiente, me encantaría saber sobre un momento en el que hiciste algo menos que profesional durante una sesión de retratos y lo que aprendiste de esa experiencia. ¡Deja un comentario a continuación!
Kelly Benton vive con su esposo y dos adorables perros salchicha en el noreste de Indiana, donde trabaja desde casa como Fotógrafo de bodas. Cuando no está fotografiando sobre el amor de la gente, es una aspirante a triatleta estrella de rock con una inclinación por las películas divertidas y la cerveza artesanal. Échale un vistazo Blog o conéctate con ella en Facebook.